sábado, noviembre 25, 2006

La campaña de hipocresía

Esto está flotando en el ciberespacio...afortunadamente.

La campaña de hipocresía

Este otoño comienza nuevamente el espectáculo más desagradable del año: El Teletón. La verdadera prueba de lo infame que es el Grupo Televisa y las personas que ahí trabajan.

Nueve, nueve, nueve, nueve. Cuántas veces nos hicieron cantar como idiotas esa pegajosa canción mientras veíamos la gran suma aumentar por pequeñas donaciones de 60 y 70 pesos.

Cuántas veces no nos mostraron imágenes grotescas de niños deformes presentados en el escenario como si se tratara de un circo, alimentando nuestro morbosidad mientras mirábamos las lágrimas hipócritas de Lucero al abrazarlos.

Las empresas que al final llegan con los cheques millonarios haciéndolos a todos explotar de júbilo porque "se logró la suma!!!" (desde hace meses ya tienen amarrada esa cantidad, a quién quieren engañar) en realidad utilizan la plataforma del Teletón para desviar recursos que de otra manera hubieran ido al fisco para programas de mucho mayor impacto para la sociedad.

80 millones "donados" al teletón para construir clínicas supermodernas que muchas veces resultan en un exceso que ni siquiera se utiliza, podrían significar para un programa gubernamental de desayunos gratuitos para niños la diferencia entre aprender y no hacerlo.

Por si esto fuera poco, la empresa de Emilio Azcárraga al ser el organizador de este evento presenta estas donaciones de otras personas y empresas como donación propia. Resulta así fiscalmente como una doble donación: tanto de la empresa que dona como de Televisa que a final de cuentas lo presenta como egreso propio.

Yo no puedo creer cómo un programa que engaña sistemáticamente a los mexicanos de esta forma ha tenido tanto éxito. El trasfondo fiscal para las empresas que "donan" es una obvia razón. Toda la mafia de oligarcas mexicanos ahí se regodean de su "infinita bondad" mandando cheques que de antemano ya le han robado a Hacienda.

Lo que más me preocupa es que existan personas de buena voluntad que dan sus pesos para estos proyectos. Yo a eso quisiera decirles algo: Afuera de su casa, en el supermercado donde compra todos los días, en escuelas, en parques y en la calle puede encontrar niños que necesitan mucho más esos 50 pesos pues con eso podrían comer o comprar útiles para ir a la escuela.

Mientras, seremos testigos en estos dos meses nuevamente del despliegue militar de televisa y sus amigos mafiosos para convencernos de su programa, una forma de lavarse hipócritamente las manos después de mantener con sus privilegios ilegales durante todo el año a los mexicanos sin posibilidades de una economía libre y competitiva.

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