SCI Marcos: Compañeros, compañeras:
Hoy en la tarde, los de abajo dejarán de contar. No tendrán allá arriba quién los mire ni quién los escuche, pero tienen en nosotros, en nosotras, en la Otra, un espacio. A partir de mañana, el pueblo de México sabrá que hay otra alternativa, otro camino, otra forma de hacer política.
Los compañeros y compañeras de la Otra a nivel nacional —la única organización y movimiento de izquierda que tiene gente en todo el país— han preparado un mensaje para el pueblo de México.
Primera parte
(preparado por los estados del norte del país)
Ante el capitalismo, sistema que todo lo convierte en mercancía, y que tiende a negar, reprimir y aniquilar nuestra cultura, nuestro pueblo ha demostrado a lo largo de más de 500años —y desde 1848 en el caso del México ocupado— una férrea cultura de resistencia.
Muchos han caído ante la presión aplastante de una realidad que sólo permite la expresión cultural hegemónica, meros espectáculos para turistas y pretexto para vender mercancías y, en no pocos casos, personas.
Pero la Otra Campaña está creando y desarrollando una nueva cultura, basada en principios humanistas como la libertad, el respeto mutuo, el amor y la solidaridad.
Estos conceptos, despreciados y combatidos por los que controlan el poder político, económico y cultural, son los que impulsamos quienes nos ubicamos abajo y a la izquierda.
Segunda parte
(preparada por los estados del centro del país)
El pueblo de México sufre de dolor y hambre por causa del capitalismo, por la ambición mezquina de unos cuantos que concentran en sus manos la mayor parte de la riqueza y que se cuentan entre los más ricos del mundo. Mientras la inmensa mayoría de mexicanas y mexicanos vivimos en la pobreza extrema. Esta realidad torcida sólo la resolveremos arrancándola desde la raíz, al recuperar las fábricas, la tierra, los recursos naturales y los espacios políticos y culturales para que pasen a manos de las trabajadoras y los trabajadores, que somos quienes producimos. Las fábricas, la tierra, de por sí producen sin los patrones. Si Pasta de Conchas hubiese estado en manos de las mujeres y los hombres mineros se habría evitado la muerte.
Por eso decimos que todos los grandes ricos y sus lacayos, los gobiernos, deben estar en la cárcel. Así, todo aquel que trabaje tendrá un ingreso digno. Los ricos se han enriquecido por el robo, por el fraude, por el despojo, por la explotación, en complicidad con los gobiernos. Pero estos cabrones vienen por más, no se conforman con lo que tienen. Estos capitalistas quieren nuestras tierras, nuestros bosques, nuestra agua, nuestro aire y quieren destruir nuestra cultura, identidad e historia.
Tercera parte
(preparado por los estados del sur y costa del país)
Nosotras y nosotros, los de abajo y a la izquierda, que hemos sido discriminados y ahora formamos esto que llamamos la Otra Campaña, hacemos un llamado a todas y todos a que se unan a esta lucha para acabar con el desprecio de los de arriba.
Nosotr@s estamos viendo desde nuestros pequeños lugares cómo en México y el mundo se vive la discriminación, pues vemos que mientras desprecian a uno nos desprecian a tod@s, ya que con esto están acabando con la dignidad humana. Por eso, vemos que al quitarnos esta dignidad, ellos, los de arriba, están convirtiéndonos en sus esclavos; están escogiendo y decidiendo nuestro futuro.
Como pueblos, tribus y naciones indígenas nos discriminan por considerarnos ignorantes. Nos meten el Procede y nos quitan las tierras, para que el gobierno haga sus negocios. Pero la tierra es nuestra madre y no se puede vender, ya que la tierra es nuestra fuente de vida. Pero eso a ellos no les importa; sólo piensan en sacar sus ganancias. Con esto nos condenan a desaparecer.
Por ser jóvenes, nos toca, todos los días, que la policía nos pare en la calle y nos trate como criminales. A veces, hasta es la gente la que nos ve feos, la que nos cree ladrones y delincuentes, por tener el cabello largo o demasiada barba. Tenemos que vernos no como queremos nosotros, sino como lo ordenan ellos. Para los de arriba, también nuestra ropa nos hace criminales. Por estar vestidos de negro nos tienen miedo y no nos hablan con respeto. Y así todos los días, en el campo y la ciudad.
Cuarta parte
(preparado por los estados del sureste del país)
Compañeras y compañeros:
Reciban un saludo de Chiapas, Tabasco, Yucatán, Quintana Roo, Campeche, que queremos darles este mensaje.
Todas y todos estamos aquí reunidos porque vemos que el capitalismo es robo, explotación.
El origen de todas las opresiones es el sistema capitalista, donde una minoría se apropia de nuestro trabajo, de nuestras tierras, aguas y recursos naturales, de nuestra salud, de nuestro pan, de nuestro techo y nuestra educación.
Para el sistema capitalista, que es la forma de los ricos que hacen su riqueza con el sudor del pueblo, para ellos todo debe ser negocio, la vida de las personas no vale nada; ni la creatividad de los seres humanos. Su afán de ganancia lo domina todo, eso es el capitalismo, eso es el neoliberalismo.
En la Otra Campaña nos organizamos para que todas las personas, del campo y la ciudad, construyamos un país y un mundo donde todas y todos tengamos techa, tierra, trabajo, educación, salud y alimentación.
También, para construir con nuestras manos nuestros propios derechos estamos aportando nuestra experiencia; para mostrar y ser visibles porque nosotras y nosotros que somos el pueblo hemos construido las fábricas, los arados, los hospitales, nuestros espacios familiares y nos negamos a que se nos sigan arrebatando por unos pocos que se aprovechan y son ricos por el trabajo de nosotros.
Hoy en la tarde, los de abajo dejarán de contar. No tendrán allá arriba quién los mire ni quién los escuche, pero tienen en nosotros, en nosotras, en la Otra, un espacio. A partir de mañana, el pueblo de México sabrá que hay otra alternativa, otro camino, otra forma de hacer política.
Los compañeros y compañeras de la Otra a nivel nacional —la única organización y movimiento de izquierda que tiene gente en todo el país— han preparado un mensaje para el pueblo de México.
Primera parte
(preparado por los estados del norte del país)
Ante el capitalismo, sistema que todo lo convierte en mercancía, y que tiende a negar, reprimir y aniquilar nuestra cultura, nuestro pueblo ha demostrado a lo largo de más de 500años —y desde 1848 en el caso del México ocupado— una férrea cultura de resistencia.
Muchos han caído ante la presión aplastante de una realidad que sólo permite la expresión cultural hegemónica, meros espectáculos para turistas y pretexto para vender mercancías y, en no pocos casos, personas.
Pero la Otra Campaña está creando y desarrollando una nueva cultura, basada en principios humanistas como la libertad, el respeto mutuo, el amor y la solidaridad.
Estos conceptos, despreciados y combatidos por los que controlan el poder político, económico y cultural, son los que impulsamos quienes nos ubicamos abajo y a la izquierda.
Segunda parte
(preparada por los estados del centro del país)
El pueblo de México sufre de dolor y hambre por causa del capitalismo, por la ambición mezquina de unos cuantos que concentran en sus manos la mayor parte de la riqueza y que se cuentan entre los más ricos del mundo. Mientras la inmensa mayoría de mexicanas y mexicanos vivimos en la pobreza extrema. Esta realidad torcida sólo la resolveremos arrancándola desde la raíz, al recuperar las fábricas, la tierra, los recursos naturales y los espacios políticos y culturales para que pasen a manos de las trabajadoras y los trabajadores, que somos quienes producimos. Las fábricas, la tierra, de por sí producen sin los patrones. Si Pasta de Conchas hubiese estado en manos de las mujeres y los hombres mineros se habría evitado la muerte.
Por eso decimos que todos los grandes ricos y sus lacayos, los gobiernos, deben estar en la cárcel. Así, todo aquel que trabaje tendrá un ingreso digno. Los ricos se han enriquecido por el robo, por el fraude, por el despojo, por la explotación, en complicidad con los gobiernos. Pero estos cabrones vienen por más, no se conforman con lo que tienen. Estos capitalistas quieren nuestras tierras, nuestros bosques, nuestra agua, nuestro aire y quieren destruir nuestra cultura, identidad e historia.
Tercera parte
(preparado por los estados del sur y costa del país)
Nosotras y nosotros, los de abajo y a la izquierda, que hemos sido discriminados y ahora formamos esto que llamamos la Otra Campaña, hacemos un llamado a todas y todos a que se unan a esta lucha para acabar con el desprecio de los de arriba.
Nosotr@s estamos viendo desde nuestros pequeños lugares cómo en México y el mundo se vive la discriminación, pues vemos que mientras desprecian a uno nos desprecian a tod@s, ya que con esto están acabando con la dignidad humana. Por eso, vemos que al quitarnos esta dignidad, ellos, los de arriba, están convirtiéndonos en sus esclavos; están escogiendo y decidiendo nuestro futuro.
Como pueblos, tribus y naciones indígenas nos discriminan por considerarnos ignorantes. Nos meten el Procede y nos quitan las tierras, para que el gobierno haga sus negocios. Pero la tierra es nuestra madre y no se puede vender, ya que la tierra es nuestra fuente de vida. Pero eso a ellos no les importa; sólo piensan en sacar sus ganancias. Con esto nos condenan a desaparecer.
Por ser jóvenes, nos toca, todos los días, que la policía nos pare en la calle y nos trate como criminales. A veces, hasta es la gente la que nos ve feos, la que nos cree ladrones y delincuentes, por tener el cabello largo o demasiada barba. Tenemos que vernos no como queremos nosotros, sino como lo ordenan ellos. Para los de arriba, también nuestra ropa nos hace criminales. Por estar vestidos de negro nos tienen miedo y no nos hablan con respeto. Y así todos los días, en el campo y la ciudad.
Cuarta parte
(preparado por los estados del sureste del país)
Compañeras y compañeros:
Reciban un saludo de Chiapas, Tabasco, Yucatán, Quintana Roo, Campeche, que queremos darles este mensaje.
Todas y todos estamos aquí reunidos porque vemos que el capitalismo es robo, explotación.
El origen de todas las opresiones es el sistema capitalista, donde una minoría se apropia de nuestro trabajo, de nuestras tierras, aguas y recursos naturales, de nuestra salud, de nuestro pan, de nuestro techo y nuestra educación.
Para el sistema capitalista, que es la forma de los ricos que hacen su riqueza con el sudor del pueblo, para ellos todo debe ser negocio, la vida de las personas no vale nada; ni la creatividad de los seres humanos. Su afán de ganancia lo domina todo, eso es el capitalismo, eso es el neoliberalismo.
En la Otra Campaña nos organizamos para que todas las personas, del campo y la ciudad, construyamos un país y un mundo donde todas y todos tengamos techa, tierra, trabajo, educación, salud y alimentación.
También, para construir con nuestras manos nuestros propios derechos estamos aportando nuestra experiencia; para mostrar y ser visibles porque nosotras y nosotros que somos el pueblo hemos construido las fábricas, los arados, los hospitales, nuestros espacios familiares y nos negamos a que se nos sigan arrebatando por unos pocos que se aprovechan y son ricos por el trabajo de nosotros.
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